Tratamiento de contracturas musculares

Tratamiento de contracturas musculares

Para las contracturas musculares más cotidianas el masaje descontracturante es la mejor técnica para que los tejidos vuelvan a su estado normal. Se trata de pasadas profundas y lentas. Se irá trabajando la plasticidad de los tejidos de tal forma que a medida que vayan cediendo se irá profundizando más tanto con los movimientos longitudinales, transversales o con los amasamientos.

Además el masaje nos aporta varios beneficios a nivel fisiológico: mejora la circulación, evita adherencias, calma o estimula el sistema nervioso, elimina residuos como las toxinas…

De esta manera podremos reducir el dolor, la rigidez y volver a nuestras actividades de la vida diaria. Para evitar problemas de este tipo recomendamos llevar una vida activa, realizando siempre que podamos ejercicio y una buena gestión del estrés. Con respecto al ejercicio, 3 días por semana a razón de 1 hora con cada sesión debería ser suficiente para producir endorfinas y mejorar nuestro estado emocional.

Sin olvidarnos de las técnicas de presión isquémica en la zona a tratar.  Son técnicas que provocan una hipoxia inicial (Falta de oxígeno en los tejidos) para posteriormente desencadenar una hiperemia (buena llegada de sangre y oxígeno). Autores como R. Rojoa, G. Gamboab, M.A. Sotob han descrito esta técnica en profundidad combinándola con estiramientos de post-contracción isométrica para mejorar el rango de movimiento. Los resultados son incluso mejores.

Para el tratamiento de las contracturas más profundas, resistentes en el tiempo y con más recidivas se utilizará la punción seca. Es una de las técnicas que incluimos dentro de la fisioterapia invasiva y consiste en la localización del punto gatillo y la introducción de una aguja en el mismo hasta reproducir los síntomas del paciente o respuestas de espasmo local.