Distensiones ligamentosas o esguinces de dedos

Distensiones ligamentosas o esguinces de dedos

¿Qué es un esguince de dedo?

Cuando estamos ante un caso de esguince nos encontramos ante una lesión de ligamentos. Como sabemos, los ligamentos son estructuras fuertes y flexibles que unen dos o más huesos a la vez que permiten cierto movimiento.

Biológicamente los ligamentos son estructuras formadas de tejido conectivo, constituido principalmente por un 70 % de fibras de colágeno tipo 1 (aportan estabilidad), fibras de elastina (permiten el movimiento) y fibroblastos (células que secretan colágeno, mantienen la matriz celular y participan en la cicatrización).

Siempre que hablemos de esguinces va a resultar necesario hablar de los diferentes grados en los que éste puede presentarse de manera que podamos estratificar el alcance de la lesión según sus características clínicas.

Grado I: Corresponde a una distensión de ligamentos, sin rotura.

Grado II: Corresponde a una rotura parcial de ligamentos.

Grado III: Estamos ante una rotura total de ligamentos y requiere cirugía.

En el caso de la mano, cuando hablamos de esguince de dedos, normalmente nos referimos a los ligamentos colaterales, cuya disposición se encuentran uniendo las falanges de los dedos a un lado y a otro, permitiendo el movimiento de flexión y extensión de estos y limitando los desplazamientos laterales.

Esta lesión va a ser relativamente frecuente en deportes como el esquí, donde el esquiador al caer apoya la mano y su pulgar se dobla debido a la palanca que ejerce el bastón, en judo, debido a los agarres, y especialmente en deportes con balón donde éste nos pueda impactar directamente.

¿Por qué se produce?

El mecanismo de lesión típico es una torsión o elongación brusca de una articulación. O dicho de otra forma, un estiramiento muy brusco en el sentido de movimiento el cual limita el ligamento

Como hemos dicho, son principalmente los ligamentos colaterales que unen las falanges proximales con las distales los que suelen originar estos problemas debido a un exceso de movimiento más allá de lo que permite el rango articular.

Síntomas:

– Dolor

– Pequeña inflamación

– En ocasiones, hematoma

– Limitación en el rango de movimiento

– Incapacidad funcional

¿Cómo se diagnostica?

Como siempre en el diagnóstico será de gran importancia la entrevista que realizaremos al paciente. En ella trataremos de recoger los datos subjetivos del paciente, en los que nos explique fundamentalmente las características de su dolor y cómo es éste, junto a un examen objetivo donde podamos realizar una buena exploración.

Para ayudarnos en el diagnóstico haremos uso de la ecografía que  haremos en consulta para ver así  la situación en la que se encuentra los ligamentos y podamos estratificar la severidad de la lesión, así como calcular el tiempo estimado de recuperación.

Tratamiento:

Suelen ser estructuras muy fuertes y con mucha capacidad de regeneración. Siempre y cuando no se detecte rotura o avulsión de parte del hueso lo mejor es frío en las primeras horas y posteriormente un vendaje funcional protegiendo la sindactilia con el dedo colindante.

Si con el paso del tiempo el ligamento no regenera hay que recurrir a técnicas regenerativas o reparadoras del ligamento: Electrolisis Percutánea Musculoesquelética, o Plasma Rico en Plaquetas (P.R.P) con factores de crecimiento.