Lavados bursales

Lavados bursales

Se trata de una técnica guiada o visualizada por ecografía que consiste en la introducción de suero fisiológico dentro de la bursa patológica para cambiar la viscosidad del líquido que está en su interior y así poder aspirarlo o extraerlo con más facilidad ya que hay veces que las calcificaciones son tan grandes que no entran por la aguja o bien el líquido está tan espeso o viscoso que tampoco puede entrar por la fina aguja a no ser que se le fluidifique.

Es muy habitual encontrarse con que algunas bolsas serosas de nuestro cuerpo están calcificadas por un trabajo inadecuado de las mismas o por alguna patología previa. Gracias al uso de la ecografía y a la imagen que esta nos da en el momento preciso del lavado bursal podemos evitar la intervención quirúrgica de estas patologías.

Como bien hemos indicado anteriormente, la técnica a utilizar consiste en una rotura previa de los cristales de calcio, un posterior lavado de los tejidos con suero fisiológico introducido mediante una jeringa a través de una aguja en el interior de la bursa o bolsa serosa. La extracción del calcio será mediante una jeringa con aguja 20G y finalmente, y muy importante, es la introducción de un antiinflamatorio esteroideo para evitar al paciente el dolor post-intervención.

En consulta la imagen ecográfica nos aporta grandes datos:

Lo normal, es no ver las bursas con el ecógrafo o verlas con un espesor menor de 2 mm que es lo que suelen medir cuando no hay patología.

Si la visión ecográfica de la bursa nos dice que hay calcio dentro, esto nos indica que la patología no es aguda. Ya es una patología crónica y que lleva mucho tiempo instaurada. De la inflamación inicial pasamos a la degeneración con el tiempo. Estas bursas son susceptibles de ser tratadas. Lo mejor es hacer los trozos de calcio más pequeños con la aguja y posteriormente absorberlos.

Si se aprecia su interior oscuro o hipoecoico eso indica que hay inflamación. Y es susceptible de ser tratada mediante estas técnicas. Y además se le puede añadir un antiinflamatorio.

Si el interior de la bursa se ve como una especie de líquido fluorescente lo mejor es no tocar al paciente y derivarlo al hospital. Podría ser infeccioso (Mycobacterium Xenopi).